domingo, 27 de septiembre de 2009

Mensaje de los Ángeles


Mensajera: Gillian MacBeth-Louthan -
24 de Septiembre del 2009


Muchos de ustedes han enviado su petición a los reinos celestiales pidiendo ayuda, asistencia y milagros. Nunca antes las Huestes Celestiales y los Ángeles, habían escuchado tanto llamado y nunca antes habíamos enviado millones de ángeles para que envolvieran la Tierra.

En el Mundo angelical, nos vestimos de muchas formas, colores y energías. Algunas veces, nos aparecemos como una sencilla gota de lluvia sobre su rostro. Otras, llegamos como una brisa que acaricia su mejilla. Algunas veces, podemos ser vistos en las nubes con una luminosidad brillante. Algunas veces somos un pequeñísimo punto de luz y otras, somos lo suficientemente grandes, tanto, que podemos abrazar toda la tierra. Variamos en tamaño, color y luz. Tenemos diversos trabajos y estamos en diferentes posiciones y nivel de comprensión con respecto a los humanos. No somos los que hemos caído de la muerte hacia su planeta. Somos un tipo completamente diferente de seres, somos de los que escuchamos cada llamada. El Padre Celestial nos asignó para encargarnos de ustedes. Finalmente, después de tanto tiempo, nos han liberado para realizar nuestro trabajo, para amarlos y protegerlos. Cada uno de ustedes, tiene una multitud de nosotros a su rededor. Aleteamos como una mariposa en un jardín de rosas de un palacio.

Cuando nacieron, se les asignó un ángel guardián. Venimos para permitirles que tengan la experiencia, la gracia, la gloria de paz que se merecen entre todo el bullicio existente. Somos quiénes traemos una sonrisa a su rostro en medio del caótico día, cuando aunque sea por un solo momento nos recuerden y cuando aunque sea por un solo momento que experimenten paz.

Somos tan reales como lo son ustedes, solo que contamos con una frecuencia de luz diferente. Lloramos por ustedes, nos reímos con ustedes, hablamos de ustedes, pensamos en ustedes; pues estamos enamorados de ustedes. Estamos enamorados de sus gozos y nos entristecemos por sus heridas. Cada parte suya, resuena en una parte de nosotros, pero necesitamos su atención completa, mientras van pasando por las secuencias de tiempo próximas. Envíenos a los campos de batalla. Envíenos con quiénes duermen en el miedo. Envíenos a los dolientes. Debemos ser enviados a toda la humanidad. Pues desafortunadamente, solo nos llaman en tiempos de angustia, pero siempre estamos ahí.

Permitan que entremos a su mundo, que hagamos lo relacionado con la luz, que hagamos los recados de esperanza y los recados de sanación. Es nuestra tarea mientras servimos al Creador para ustedes. No continúen cargando su alma con asuntos pesados. Permitan mediante su petición, que les ayudemos a aligerar su carga. Envíenos hacia aquellos por quién ustedes se preocupan. Envíenos con quiénes solo se preocupan por sí mismos y nadie más. Envíenos hacia el día que comienza, antes de que se animen a salir. Los milagros están en nuestros corazones y se liberan de nuestros corazones a sus manos. Recíbanlos mediante su creencia. Recíbanlos por su fe.

Somos entregados a la humanidad por el Padre Celestial mismo. En el principio vimos a menos a los humanos, pensábamos ¿cómo podía saber delegar un ser inferior, y perteneciente a una especie menor, algo a nosotros, que fuimos creados con tan finos filamentos de luz celestial? Al observarlos calladamente a lo largo del tiempo, sabemos que tienen en su interior un gran corazón y una gran posibilidad para el futuro. Es este conocimiento el que nos trae más gozo. Es este conocimiento el que nos ayuda a involucrarnos en sus asuntos cotidianos.

Pues, como he hablado, somos pequeños y somos vastos, más allá de su conocimiento. Ya conocen a muchos de nuestros comandantes como Miguel, Gabriel, Uriel y Rafael; más ellos son unos de tantos de los trillones y trillones de nosotros, que estamos esperando su reconocimiento. Pues esa es nuestra tarea y el Padre nos empuja a realizarlo. No podemos empezar a actuar, a menos de que ustedes nos llamen. Estamos sentados en el borde de la luz, esperando su llamado, como una chica enferma de amor en su cita nocturna.

La verdad es que nos hemos enamorado de ustedes. Finalmente hemos abierto nuestro corazón hacia ustedes y todo resentimiento del pasado, se ha disuelto. Ahora entendemos los deseos y los anhelos del Creador. Comprendemos el destino de la humanidad ahora. Pues, muy en el inicio, en el inicio suyo, no fue así. Así que, dejen que les amemos y permítanse a ustedes amarnos a nosotros. Trabajaremos como un equipo, para disolver todo el dolor en la Tierra. Dejen ayudar a sanarlos. Dejen que ayudemos a llevar más amor en los matrimonios, en las familias y en su vida. Somos mucho más de lo que ustedes comprenden. Los amamos, en verdad. Nos arrepentimos profundamente por cualquier tristeza que les hayamos causado en el inicio del tiempo.

Comprendan que esta batalla que luchan en la tierra, ha llegado de los cielos para ser jugada en la tierra. Permitan que los ángeles de la luz arriben. Ya es tiempo para que reinstalen lo que fue divinamente dirigido para ustedes, en el inicio. Llamen a los ángeles y estaremos ahí ya sea con una palabra, un pensamiento o un aliento.

http://www.thequantumawakening.com

Traducción: Linda Wurts

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