martes, 1 de mayo de 2012

Un Escrito Sobre el Amor - Yogananda

Paramahansa Yogananda ha sido descrito por su amado discípulo Rajarsi Janakananda como un Premavatar, o encarnación del amor divino. En el texto siguiente, escrito cerca de 1936,Paramahansaji habla en primer lugar de la búsqueda del amor divino; después de su unión con Dios como Amor.




He buscado el amor en muchas vidas. 
He vertido amargas lágrimas de separación y arrepentimiento para conocer lo que es el amor. Lo he sacrificado todo, todas las ataduras y el engaño del mundo, para aprender que estoy enamorado del Amor –de Dios- y de nada más.
Entonces pude beber el amor de todos los corazones sinceros.
 He visto que El es el verdadero Amante Cósmico, la Fragancia que impregna todas las flores del amor en el jardín de la vida.

Muchas almas se preguntan pensativas, sin poder hacer nada al respecto, por qué el amor va de un corazón a otro; 
las almas despiertas descubren que el corazón no ama a distintas personas, sino que ama el Amor de Dios que está presente en todos los corazones.

El Señor te susurra:

Soy el Amor. Pero para experimentar el hecho de dar y recibir el regalo del amor, Me he dividido en tres: amor, amante 
y amado. Mi amor es puro, eternamente alegre; y lo pruebo de distintos modos, a través de varias formas.

Como padre, bebo el amor reverencial del corazón de mi hijo. Como madre bebo el néctar de amor incondicional 
del hijo pequeño. Como hijo pruebo el amor protector del padre.
También puedo beber el amor irracional de la atracción
 maternal. Como amo, bebo el amor de la amable consideración
 del sirviente. Como sirviente, puedo probar el amor del
 aprecio del amo. Como gurú-preceptor disfruto del amor más puro, el de la devoción total del discípulo.
Como amigo bebo las burbujas del amor más espontáneo. Como amigo divino pruebo las aguas cristalinas del amor 
cósmico de la reserva de los corazones que adoran a Dios.

Estoy enamorado del Amor, pero me engaño cuando solo siento amor por mi hijo cuando soy el padre o la madre; 
cuando solo me preocupo por mi amado cuando soy el
amante; cuando sólo vivo por mi amo cuando soy el sirviente. 
Pero como sólo amo al Amor,
finalmente rompo esta ilusión del millar de encarnaciones humanas de Mi ser. Es por eso que llevo al padre al mundo astral 
cuando olvida que es Mi amor y no el suyo, el que protege al hijo.
Aparto al bebé del seno de la madre para que aprenda que
 es Mi amor el que ella adoraba en él. Alejo al amado de la amada para que vea que es mi amor el que le respondía.

Mi amor está jugando al escondite en todos los corazones humanos, para que el hombre aprenda a descubrir y adorar, 
no al receptáculo temporal de Mi amor, sino a Mi amor
por él mismo, bailando de un corazón a otro.

Los seres humanos se importunan diciendo, ‘Ámame a mí solo,’ y por eso sello sus labios para siempre, para que no puedan
 volver a pronunciar esta mentira. Porque son Mis hijos, quiero que sepan la verdad definitiva: ‘Ama el Amor que hay en todos nosotros.’ Decir a alguien, ‘Te quiero,’ es falso hasta que te das cuenta de esta verdad: ‘Dios es el amor en mí que está 
enamorado de Su amor en ti.’

La Luna se ríe de millones de amantes que se han dicho, ‘Te amaré para siempre.’ Sus cráneos están esparcidas por las arenas
 de la eternidad. Ya no pueden susurrarse, ‘Te quiero.’
No pueden recordar ni rectificar su promesa de su amor eterno.

Sin decir una palabra, Yo os he amado siempre. Yo soy el único que puedo decir, ‘Os quiero’; porque os amaba antes de que nacieseis; Mi amor os da la vida y os permite vivir en
este momento; y sólo Yo puedo amaros después de que hayáis atravesado las puertas de la muerte, donde nadie, ni siquiera tu mayor amante humano, puede llegar.

 Soy el amor que mueve los muñecos humanos con las cuerdas de las emociones y los instintos, para interpretar el drama del 
amor en el escenario de la vida. Mi amor es bello e infinitamente feliz cuando le amas a él solo; pero el equilibrio se rompe
 cuando te enredas en la emoción humana y el apego. Debéis daros cuenta de que es Mi amor lo que deseáis.

Aquellos que Me aman como una persona, o que imperfectamente Me aman bajo la forma de otra persona, no saben lo que es el Amor. Solo pueden saber lo que es el Amor aquellos que Me aman sabiamente, enteramente – quienes Me aman perfecta e 
igualmente en todos y de la misma forma que a todos.

                                                           Paramahansa Yogananda

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